Las personas con baja visión pueden encontrar limitaciones en su actividad. Por ello, existen diferentes herramientas que te ayudarán a controlar la iluminación, el contraste, el tamaño o que incluso pueden proporcionarte información de audio.

• Lupas: pueden ser de mano, de sobremesa, con luz, en brazo articulado... pero su uso está recomendado para las tareas estáticas ya que aumentan el tamaño de lo enfocado.
• Telescopios manuales: ayudan a ver el detalle de lejos y se suelen usar en actividades dinámicas para una visión puntual, como el nombre de una calle, el número del autobús, etc.
• Telescopios montados en gafa: igual que los telescopios manuales, ayudan a ver el detalle de lejos, pero estos se utilizan habitualmente para actividades estáticas, como ver la pizarra o la televisión.
• Microscopios: también conocidos como gafas de cerca especiales, ayudan a poder ver la letra pequeña. Algunos incorporan luz en la montura para una mejora del rendimiento visual.
• Telescopios: se utilizan principalmente para ver de lejos, por ejemplo, acoplando unas gafas. Son útiles para salir a la calle y poder reconocer calles, números de autobuses, paradas de metro, rótulos comerciales, etc.
• Telemicroscopios: permiten realizar tareas a mayor distancia que la focal de la lente. La distancia es mayor que la del microscopio, aunque con un campo visual efectivo más reducido, por lo que sólo sirven para una distancia determinada. Además, pesan poco y son de fácil manejo.
• Filtros: las patologías asociadas a la baja visión pueden ir acompañadas de una sensibilidad excesiva a la luz, de forma que la luz se percibe de forma molesta o deslumbra demasiado y no deja ver bien. El uso de filtros evita el deslumbramiento y aumenta el contraste y el confort visual. Hay filtros para interior y exterior. Los filtros de exterior pueden ser polarizados o no.

El tipo de ayuda a utilizar dependerá siempre de la tarea a realizar, las condiciones de trabajo y las características del paciente.

Pide ayuda a un especialista en baja visión.

Las ayudas ópticas no conseguirán devolverte el 100% de tu visión. Precisamente, estas ayudas (lupas, microscopios adaptados a las gafas, gafas para ver la televisión, etc.), pretenden optimizar tu resto visual y facilitarte tus tareas diarias. Cuando estas ayudas no son suficientes, se necesitará usar otro tipo de adaptaciones como lectores de pantalla, aplicaciones que permiten acceder a información escrita, entre otras. Hoy en día los teléfonos inteligentes (smartphone) son una muy buena herramienta de accesibilidad. Las diferentes aplicaciones nativas de los móviles y otras específicas mejoran mucho la interacción con el entorno y permiten ganar muchísima más autonomía. 

Es importante tener en cuenta que, de la misma forma que hay diferentes causas que provocan discapacidad visual, también hay diferentes ayudas para cada tipo. Es decir, la herramienta para corregir la visión túnel no será la misma que para corregir visión borrosa. Lo importante es identificar qué ayuda puede serte más útil, siempre teniendo en cuenta el criterio médico de tu especialista de la visión.